El día después de Andalucía

El veintiocho de febrero fue el día de Andalucía, un día en el que se trata de conmemorar y celebrar todo lo bueno que tiene esta noble tierra; un día, a mi parecer, necesario para recordarnos quienes fuimos y sobre todo quienes somos. He preferido publicar este "artículo de opinión" con unos días de distanciamiento para evitar que el repentino y fugaz fervor patriótico que envuelve a este tipo de festividades pudiera llevar a malentendidos. No estoy orgulloso de ser andaluz, pues no considero que tenga ningún mérito nacer en un lugar, no obstante, sí que puedo decir que amo, aun siendo consciente de sus carencias, a mi tierra. Admiro a figuras como Séneca, Trajano, Al-Mutámid, Góngora, Velázquez, Aleixandre, Lorca, Falla, Zambrano o Sabina, … que ayudaron y ayudan con su talento y esfuerzo a construir el legado que esta tierra hoy ostenta. Admiró también a esas figuras anónimas que sin reconocimiento alguno convirtieron dicho legado en realidad: a los pescadores de mi Málaga...