Ulises de Alfred Tennyson

Alfred Tennyson (Somersby 1809, Lugarshall 1892) fue un célebre poeta inglés del siglo XIX, que cuenta con una prolífica obra en verso, fundamentalmente inspirada en motivos mitológicos y medievales. En su Ulises, posiblemente su poema más afamado, Tennyson nos regala una auténtica obra maestra, de esas cuyos significados e interpretaciones parecen adaptarse con cada vez más vigencia al devenir de los tiempos, y es que cuando uno lee estos versos no puede evitar pensar en una palabra, Europa.

Tennyson nos habla en estos versos ,con auténtica maestría, de cuestiones como el orgullo, la memoria, el cansancio,..., pero sobre todo de la búsqueda de la libertad. Valores que parecen reflejar la realidad de la Europa del siglo XXI, una tierra que dice estar orgullosa de su historia pero que parece estar perdida en la defensa de los valores que esta ostenta. No puedo evitar pensar si los europeos, a diferencia de los marinos de Ulises, seremos capaces de recuperar la voluntad para luchar por Europa y por el sueño que nuestra tierra todavía representa.


He allí el puerto; el barco hincha la vela;

crecen las sombras en los anchos mares. 

Marineros míos, almas que os habéis afanado y forjado junto a mí,

que conmigo habéis pensado, que con ánimo de fiesta

habéis recibido el sol y la tormenta y les habéis

opuesto frentes y corazones libres: 

sois viejos como yo; con todo, 

la vejez tiene su honor y sus esfuerzos;

la muerte todo lo acaba, pero algo antes del fin

ha de hacerse todavía, cierto trabajo noble,

no indigno de hombres que pugnaron con dioses.

Ya se divisa entre las rocas un parpadeo de luces;

se apaga el largo día; sube lenta la luna; 

el hondo mar gime con mil voces. 

Venid amigos míos,

aún no es tarde para buscar un mundo más nuevo.

Desatracad, y sentados en buen orden, amansad

las estruendosas olas; pues mantengo el propósito

de navegar hasta más allá del ocaso, 

y de donde se hunden las estrellas de occidente, hasta que muera.

Puede que nos traguen los abismos; 

puede que toquemos al fin las Islas Afortunadas 

y veamos al grande Aquiles, a quien conocimos. 

Aunque mucho se ha gastado, mucho queda aún;

 y si bien no tenemos ahora aquella fuerza que en los viejos tiempos

movía tierra y cielo, somos lo que somos:

corazones heroicos de parejo temple, 

debilitados por el tiempo y el destino, más fuertes en voluntad

 para esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse. 

Nicolas-André Monsiau: “Ulises retornando a su palacio tras acabar con los pretendientes de Penélope, ordenando a las mujeres que retiren sus cuerpos”. Roma, 1779.


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Comentarios

  1. Alvaro, espero que disfrutes con la posibilidad que te dará tu interesante blog recién estrenado para expresar opiniones, hacer análisis, comentarios.... Estaré atenta a tus aportaciones que seguro serán interesantes.

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  2. Precioso poema, Álvaro, y muy buen comentario.👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼

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  3. Me parece estupendo que te hayas decantado por este poeta....me recuerda a mi época de estudiante.
    Enhorabuena , que lo disfrutes!

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    1. Muchísimas gracias a todas y perdón por tardar tanto en responder, mucho lío con el trabajo, espero poco a poco poder ir subiendo más cosas y como decís, un poeta maravilloso para comenzar esta nueva andadura.

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  4. Creo recordar,no sé si equivocadamente, que la visión de este poeta inglés sobre el viaje de Ulises es muy diferente de la clásica y conocida de Kavafis. Mientras que para éste el que Ítaca fuese pobre y no muy bella era irrelevante y lo esencial era el viaje en sí, para Tennysson la decepción ante el pobre panorama de Ítaca debía empujar a Ulises hacia el viaje sin fin, hacia nuevas aventuras. Son dos posturas vitales muy diferentes.

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